Los suplementos alimenticios pueden ayudarte en momentos exactos para mejorar el humor, el sueño o aliviar picos de estrés, entre otros usos.
Cada vez son más los remedios naturales que se desarrollan para cuidar nuestro bienestar desde dentro, como consecuencia de la expansión del mercado de los suplementos alimenticios, sin duda es el aspecto de la belleza que más ha avanzado en el último año. Aunque en teoría este tipo de nutricosméticos creció en popularidad a nivel estético —para mejorar la apariencia de la piel, estimular el crecimiento del cabello, aliviar la hinchazón abdominal y la digestión—, el foco de atención actual parece estar en aquellos complementos alimenticios más asociados con la salud mental.
Por supuesto, no funcionan al mismo nivel que un fármaco y no fueron diseñados para ello, pero pueden brindar apoyo durante momentos estresantes o ansiosos, mejorar el estado de ánimo o la concentración, y llamar la atención sobre algunos de los más comunes. Sin embargo,dos expertos abordan todas las preocupaciones potenciales, incluida su eficacia, la idoneidad para todos y el momento y los métodos de consumo.
Lo primero que debemos dejar claro es que cualquier tema de salud mental siempre debe ser tratado por un profesional; por lo tanto, buscar ayuda de un especialista es fundamental si los síntomas de ansiedad o estrés persisten durante mucho tiempo sin ser causados por un pico en particular. Sin embargo, los suplementos dietéticos no son medicamentos ansiolíticos y no pueden aliviar por completo los síntomas que surgen cuando nuestras vidas se vuelven más frenéticas e impactan negativamente en nuestro bienestar.
“La diferencia más significativa es que, al ser un producto de origen natural, hay muchas variantes que se pueden modificar, ya sea que utilicemos una parte de la planta o la totalidad, cómo se extrae, el origen, la riqueza de principios activos de la planta, el método de elaboración, la concentración del producto…”, apunta la farmacéutica Meritxell Martí. “Sin embargo, cuando hablamos de fármacos, estamos utilizando directamente el principio activo ya estandarizado, que siempre será el mismo”.
Esto no implica necesariamente una disminución de su eficacia. El experto destaca que aún es recomendable hablar con el farmacéutico sobre qué suplementos son los más adecuados y las posibles incompatibilidades porque tampoco deben tomarse a la ligera.
Aunque hay diferencias, muchos suplementos son efectivos, teniendo en cuenta que son naturales y que nunca pueden reemplazar un medicamento recetado sin la autorización de un médico, dice la experta.
La farmacéutica Belén Acero, propietaria de Farmacia Avenida de América, especialista en dermofarmacia y nutrición, comenta las circunstancias en las que se aconsejaría la suplementación que serían en situaciones de “estrés leve y/o puntual. Aconsejaría siempre acudir a el médico, quien será quien determine si la persona necesita la prescripción de ansiolíticos, antidepresivos y terapia psicológica.
Si esta situación estresante se mantiene en el tiempo, produce síntomas que conducen a un empeoramiento de la calidad de vida del paciente a causa de la aparición de síntomas evidentes de ansiedad (que es un fenómeno no adaptativo que se produce sin que exista una amenaza objetiva o estresante), por lo que los suplementos no sustituyen a la medicación y no pueden utilizarse en su lugar. sí añade que los suplementos “pueden ayudar, por ejemplo, en el caso de que el médico haya recomendado bajar la dosis del medicamento o incluso retirarlo, cuando los síntomas de ansiedad han mejorado mucho o incluso se han resuelto”.
Podemos usar un suplemento durante el proceso de abstinencia para prevenir síntomas como un ligero aumento de la ansiedad u otros problemas que pueden ocurrir ocasionalmente durante un período. en número.
¿En verdad funciona la ingesta de suplementos alimenticios para mejorar el humor?
Los suplementos alimenticios pueden ser de ayuda en este sentido, aunque es evidente que no hacen más felices a las personas. «Los precursores de la serotonina, como el triptófano o el hidroxitriptófano, que también pueden ayudarnos con el hambre emocional, pueden usarse para mejorar el estado de ánimo.
La serotonina también se conoce como la hormona de la felicidad, el placer o el bienestar.
Belén Acero explica que los adaptógenos nos ayudan a sobrellevar mejor el estrés y, en algunos casos, como el ginseng o la maca, también pueden ayudarnos a sentirnos con más energía.
Otros adaptógenos, como la bacopa, también han demostrado ayudar con la memoria y la concentración, mientras que otros, como damiana, tienen propiedades antioxidantes e inmunomoduladoras.
¿Cómo escoger el mejor suplemento alimenticio?
Los más frecuentes son los adaptógenos, un término que definitivamente ha ganado popularidad en los últimos años. “Ashwagandha, rhodiola, ginseng, reishi, astrágalo, esquizandra… También suelen contener plantas o partes de plantas que son relajantes por sí mismas, como la melisa, la pasiflora, la amapola de California, la tila o la magnolia; o pueden contener minerales como el magnesio y otro tipo de productos como el cacao, las cerezas, las vitaminas del grupo B o incluso la melatonina”, indica Meritxell Martí.
Belén Acero dice: “Es muy importante asegurarse de que el suplemento sea de calidad. También es importante encontrar los ingredientes adecuados para el problema que queremos tratar. En el caso de la rhodiola, esto significa que debe contener los activos salidrósidos y rosavinas, que solo están presentes en la especie rhodiola rossea, en una proporción de 1:3. En otras palabras, es crucial que hablemos con el farmacéutico para asegurarnos de que estamos seleccionando la mejor opción.
El adaptatógeno más eficaz: la ashwagandha
Aunque la ashwagandha, también conocida como ginseng indio o Whitania somnifera, se ha utilizado en la medicina ayurvédica durante más de 5000 años, solo recientemente su nombre se ha hecho más conocido.
Esto se debe al hecho de que es uno de los suplementos alimenticios más potentes. Entonces, potenciar sus virtudes es justo y necesario. Puede fortalecer la resistencia al estrés físico y mental porque es un adaptógeno. También tiene un efecto calmante y relajante, por lo que es muy beneficioso para aquellos que estamos estresados.
El hecho de que potencie la actividad de la enzima superóxido dismutasa, reduzca el azúcar en la sangre, aumente la inmunidad y mejore el rendimiento físico lo convierte también en un antioxidante, según Belén Acero, quien lo describe como un suplemento nutricional muy completo.
Puedo conseguir los mismos resultados con una buena alimentación
Si bien estos suplementos generalmente contienen ingredientes naturales y brindan vitaminas, minerales y otros nutrientes que se encuentran en los alimentos, puede ser difícil lograr los mismos resultados solo a través de la dieta.
Belén Acero apunta que «para llegar a dosis efectivas tendríamos que consumir estos alimentos en grandes cantidades y a diario, lo que no siempre es posible. Sin embargo, les recomiendo que siempre se ingieran alimentos saludables. Por ejemplo, si están tomando un suplemento de triptófano para levantar el ánimo, comer más carne, lácteos o soja, alimentos ricos en este aminoácido, nos ayudará a lograr dosis más altas y, por lo tanto, mejores resultados.
Según Meritxell Mart, quien coincide con esta afirmación, «muchos de estos suplementos alimenticios contienen adaptógenos, como ashwagandha, rhodiola o incluso ginseng, que serían mucho más difíciles de obtener en la dieta. «.
Cuánto tiempo debo de tomar éstos suplementos alimenticios
Ambas expertas aconsejan usar un suplemento de este tipo con moderación o por un breve período de tiempo, aunque puede variar según las circunstancias individuales. “Si es una situación de especial estrés, como antes de un examen, oposición, viaje, mudanza, cambio de trabajo… Te sientes nervioso, duermes, pero te cuesta más conciliar el sueño que de costumbre o te despiertas durante la noche, estás un poco más deprimido, cansado, o con las defensas bajas, etc. También estás un poco más agotado. Este tipo de complementos te pueden ayudar mucho”, dice Belén Acero.
Meritxell Martí amplía esto citando situaciones adicionales en las que lo sugeriría, como «personas que sienten un comienzo de estrés o ansiedad que no llega a los niveles de necesidad farmacológica, personas que ya están fuertemente medicadas para otras dolencias y no quieren agregar más medicamentos, o que quieren sentirse mejor en términos de estado de ánimo».
Ambas expertas destacan que siempre será conveniente hablar con el médico o farmacéutico antes de tiempo para asegurarse de que no entren en conflicto con otros tratamientos.
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